Nutriendo el Cuerpo y el Alma: Una Perspectiva Espiritual
Las necesidades fisiológicas nos recuerdan que debemos nutrirnos de lo bueno para mantener sano nuestro cuerpo y desechar lo que no nos es provechoso. En cierto modo, estas necesidades físicas reflejan las del alma:
- Respirar y el Espíritu: Así como la falta de respiración lleva a la muerte física, la falta de comunión con Dios a través de Jesucristo puede dejar el alma separada de la presencia eterna de Dios.
"Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer." (Juan 15:5, Versión Reina Valera 1960)
- Alimentar el Estómago y el Espíritu: Al igual que alimentamos nuestro cuerpo con alimentos sanos, nutrimos nuestro espíritu con ayuno, oración y comunión con Dios.
"Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados." (Mateo 5:6, Versión Reina Valera 1960)
- Eliminar Desechos Corporales y lo Inservible del Alma: Así como eliminamos desechos corporales para mantener la salud física, debemos desechar pensamientos impuros y odios que no nos edifican espiritualmente.
"Pero la boca del impío está llena de maldición y de amargura. [...] Su garganta es sepulcro abierto; Con su lengua engañan." (Romanos 3:14-15, Versión Reina Valera 1960)
- Dormir y Morir Físicamente: El descanso físico diario es necesario, así como el cuerpo debe reposar tras la muerte física hasta la resurrección.
"Mas cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida." (1 Corintios 15:23, Versión Reina Valera 1960)
- Soñar y el Estado Intermedio: En los sueños experimentamos diferentes realidades, similar al estado intermedio entre la muerte física y la resurrección.
"Y apartándose el impío de su impiedad que hizo, y practicando el derecho y la justicia, vivirá por ello." (Ezequiel 33:19, Versión Reina Valera 1960)
- Despertar y la Resurrección: Cada nuevo día es una oportunidad otorgada por Dios, así como la resurrección promete una transformación gloriosa para quienes creen en Cristo.
"En un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados." (1 Corintios 15:52, Versión Reina Valera 1960)
En conclusión:
- Si nuestro cuerpo temporal exige atención constante, ¿cómo no dedicar igual o mayor cuidado a nuestro espíritu?
- Si el cuerpo que es temporal, nos exige obligatoriamente sus 3 alimentos diarios durante todos los días de nuestra vida ¿Por qué no alimentamos y fortificamos nuestro espíritu con ayuno y oración?
- Si el cuerpo que es temporal, nos exige obligatoriamente desechar lo inservible ¿Por qué no hacer lo mismo con nuestra alma con los pensamientos impuros y engañosos que salen del corazón?
Recordemos las palabras de Jesús:
"Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios." (Mateo 4:4, Versión Reina Valera 1960)
Así como nos preocupamos día a día por nuestras necesidades físicas (cuerpo) velemos también con mayor razón por nuestras necesidades espirituales (alma y espíritu), guiados por la palabra divina para una vida plena y en comunión con Dios.
Créditos de fotos e imágenes
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- Anatomical study by Leonardo da Vinci, By Leonardo da Vinci - http://www.metmuseum.org/special/Leonardo_Master_Draftsman/tour_gallery4.htm, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=1744423