¿Por qué llorar con una persona que sufre le ayuda a sentirse mejor?, ¿Por qué es sano y recomendable que dicha persona afligida llore y no reprima sus emociones?
Llorar junto a una persona que sufre puede ayudarla a sentirse mejor porque el llanto libera oxitocina y endorfinas, también conocidas como hormonas de la felicidad. Estos compuestos químicos generan sensaciones placenteras y pueden mitigar tanto el dolor físico como el emocional. Además, el acto de llorar puede facilitar el apoyo de amigos y seres queridos, logrando así la interacción con otros, lo que se conoce como un beneficio interpersonal o social.
Cuando alguien llora, envía implícitamente una señal para los demás de que necesita apoyo y consuelo. Al llorar en compañía de dicha persona, le estamos transmitiendo nuestro compromiso socioafectivo de estar a su lado y de que estamos allí para él y que compartimos su dolor y su carga emocional. Este gesto puede reducir la sensación de soledad y fomentar una conexión más profunda con aquellos que la rodean, lo que en última instancia puede elevar su estado de ánimo y contribuir a su bienestar general.
Según la Biblia, llorar con una persona que sufre puede ayudarla a sentirse mejor porque muestra empatía y compasión. En el Antiguo Testamento, hay varios ejemplos de personas que lloran con aquellos que están sufriendo. Por ejemplo, en el libro de Job, cuando sus amigos Elifaz, Bildad y Zofar se enteran de todo el mal que le ha sucedido a Job, van a consolarlo y lloran con él (Job 2:11-13). En el Salmo 35:13-14, el salmista habla de cómo se aflige y llora por aquellos que están enfermos y necesitados.
Además, el acto de llorar en sí mismo puede ser terapéutico y ayudar a liberar emociones reprimidas. En el Salmo 126:5-6, se nos dice que “Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Irá andando y llorando el que lleva la preciosa semilla; mas volverá a venir con regocijo, trayendo sus gavillas”. Este versículo sugiere que nuestras lágrimas son valiosas para Dios y que pueden traer consuelo y sanidad.
En resumen, llorar con una persona que sufre puede ayudarla a sentirse mejor porque muestra empatía y compasión, y porque el acto de llorar puede ser terapéutico.
Según la Biblia, llorar con una persona que sufre puede ayudarla a sentirse mejor porque muestra empatía y compasión. En Romanos 12:15, se nos dice que debemos “llorar con los que lloran” y en 1 Corintios 12:26, se nos dice que “si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él”. Estos versículos nos muestran que compartir el dolor y el sufrimiento de otros es una forma de mostrar amor y apoyo.
Además, el acto de llorar en sí mismo puede ser terapéutico y ayudar a liberar emociones reprimidas. En Salmo 56:8, se nos dice que Dios guarda nuestras lágrimas en una botella, lo que sugiere que nuestras lágrimas son valiosas para Él y que no son en vano.
En 2 Corintios 7:10, se nos dice que “la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación, de la cual no hay que arrepentirse; pero la tristeza del mundo produce muerte”. Este versículo sugiere que nuestras lágrimas son valiosas para Dios y pueden traer consuelo y sanidad.
En resumen, llorar con una persona que sufre puede ayudarla a sentirse mejor porque muestra empatía y compasión, y porque el acto de llorar puede ser terapéutico.
El llanto tiene muchos beneficios emocionales. Algunos de los principales beneficios psicológicos del llanto son:
1.- Relaja: El llanto activa el sistema nervioso parasimpático, que tiene como principal función provocar o mantener un estado corporal de relajación y actúa sobre el nivel de estrés del organismo disminuyéndolo.
"Alégrense con los que se alegran; lloren con los que lloran." - Romanos 12:15
2.- Ayuda a recibir soporte emocional: Al ver a una persona llorando, nuestra primera reacción es intentar consolarla. Las lágrimas del otro nos recuerdan nuestras propias vulnerabilidades y así se establece una identificación emocional.
"Lleven los unos las cargas de los otros, y cumplan así la ley de Cristo." - Gálatas 6:2
3.- Permite expresar las emociones más profundas: A veces somos dominados por fuertes emociones, alegres o tristes, y no conseguimos expresarlas con palabras. A menudo las personas se refieren al llanto como un acto liberador y como una forma de decir lo indecible.
"En mi angustia invoqué al Señor, y clamé a mi Dios. Él oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó a sus oídos." - Salmos 18:6
4.- Libera toxinas y reduce el estrés.
"Mi alma está muy angustiada; tú, Señor, ¿hasta cuándo?... Lágrimas de tristeza he derramado de noche; sobre mi lecho, empapé mi cama." - Salmos 6:3-6
5.- Alivia el dolor y mejora el humor.
"Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán." - Salmos 126:5
6.- Ayuda a ver los problemas desde una perspectiva distinta.
"Porque esta aflicción leve y pasajera nos produce un eterno peso de gloria que sobrepasa toda comparación." - 2 Corintios 4:17