Los Cielos Nuevos y Tierra Nueva – se refiere a un lugar físico en el cual moraremos con cuerpos físicos glorificados (1 Corintios 15:35-58).
Después del final de los tiempos, los cielos y la tierra actuales, serán deshechos y reemplazados con Nuevos Cielos y Nueva Tierra. Así que hay un fin de esta creación tal y como la conocemos. La morada eterna de los creyentes será en la Nueva Tierra. La Nueva Tierra es el “Cielo” en el cual pasaremos la eternidad. Es en la Nueva Tierra donde residirá la Nueva Jerusalén, la ciudad celestial. Es en la Nueva Tierra donde estarán las puertas de perla y las calles de oro. El significado de los “nuevos cielos” se refiere también al Señor Cristo Jesús y Su autoridad.
La antigua tierra física que ha sido el centro de tanto pecado, revuelta y derramamiento de sangre ha desaparecido. Estos cielos han sido la esfera desde donde Satanás ha llevado a cabo sus actividades. Debido a que él contamina todo lo que toca, deben ser purificados con fuego.
La vieja Jerusalén ha sido manchada con la sangre de profetas y mártires, y lo más vergonzoso de todo, con la sangre del Hijo de Dios. Pero no fluirá más sangre, y la Nueva Jerusalén será el hogar de los justos.
La imagen es la de un universo transformado, perfeccionado, purgado de todo lo que es malo y que se exalta a sí mismo en contra de Dios. Es nuevo por la presencia de una nueva comunidad de personas, leales a Dios y al Cordero.
No podemos decir cómo será la nueva creación, puesto que no se proporcionan detalles. El hecho de que no habrá más mar podría ser una indicación de que cambiará todo el orden de la naturaleza. Un extraordinario y completo cambio cósmico sucederá en este mundo material en el que vivimos, que en una forma regenerada por completo será la morada final de la humanidad redimida.
¿Cuál es el lugar dónde residirán los creyentes por siempre, el Cielo o será en esta misma Tierra convertida en un Paraíso terrenal?
¿Ha escuchado usted que Jesús dijo que felices serán los mansos porque ellos heredarán la Tierra? (Mateo 5:5.) Está claro que la recompensa de los mansos será heredar la Tierra. Las bendiciones predichas en Apocalipsis se concederán a personas que habiten en ella. Vivirán en un mundo completamente distinto, pues Dios habrá eliminado toda cosa mala, incluida la muerte.
Los justos mismos poseerán la tierra, y residirán para siempre sobre ella” (Salmo 37:29). ¿Dónde vivirán las personas justas? En la Tierra, pero no por unos cuantos años. Fíjese que el salmo dice que “residirán para siempre sobre ella”.
La palabra hebrea olam traducida ‘por siempre’o 'para siempre', no implica la idea metafísica de perpetuidad absoluta, sino un período de duración de tiempo indefinido.
Si bien es cierto que la palabra olam significa “perpetuidad absoluta” en muchos pasajes , como en aquellos que se refieren a Dios y Sus atributos (por ej. Isaías 51:6; Lamentaciones 5:19; Daniel 4:34; 7:18; Habacuc 3:6), sin embargo este mismo vocablo es usado en otros lugares donde NO puede referirse a “perpetuidad absoluta”. Ej:
¿Puede usted ver la tierra? ¡Entonces no es eterna!
¿Cuál es el lugar dónde residirán los creyentes por siempre, el Cielo o será en esta misma Tierra convertida en un Paraíso terrenal?
¿Ha escuchado usted que Jesús dijo que felices serán los mansos porque ellos heredarán la Tierra? (Mateo 5:5.) Está claro que la recompensa de los mansos será heredar la Tierra. Las bendiciones predichas en Apocalipsis se concederán a personas que habiten en ella. Vivirán en un mundo completamente distinto, pues Dios habrá eliminado toda cosa mala, incluida la muerte.
Sin duda que todas estas promesas bíblicas tendrán su cumplimiento al pie de la letra pues Jesús dijo que ni una “jota ni una tilde” quedarían sin cumplirse, sabemos que aquellas palabras de los Salmos tienen su cumplimiento en el Reino venidero de nuestro Señor Jesucristo: el Milenio (Después la Tierra será totalmente destruida y los mansos irán a su mansión celestial).
La palabra hebrea olam traducida ‘por siempre’o 'para siempre', no implica la idea metafísica de perpetuidad absoluta, sino un período de duración de tiempo indefinido.
Si bien es cierto que la palabra olam significa “perpetuidad absoluta” en muchos pasajes , como en aquellos que se refieren a Dios y Sus atributos (por ej. Isaías 51:6; Lamentaciones 5:19; Daniel 4:34; 7:18; Habacuc 3:6), sin embargo este mismo vocablo es usado en otros lugares donde NO puede referirse a “perpetuidad absoluta”. Ej:
25 Hace mucho tú colocaste los fundamentos de la tierra misma, y los cielos son la obra de tus manos. 26 Ellos mismos perecerán, pero tú mismo quedarás en pie; e igual que una prenda de vestir todos ellos se gastarán. Igual que ropa los reemplazarás, y ellos terminarán su turno. 27 Pero tú eres el mismo, y tus propios años no se completarán.
(Salmos 102:25-27, Traducción del Nuevo Mundo)
¿Si la Tierra durara eternamente, exactamente como la voluntad de Dios, entonces cuál es el punto de contraste entre los dos?
- Jesús claramente afirmó que el cielo (la atmósfera que cubre el planeta o 1er. cielo) y la Tierra pasarán (Mateo 24:35; 5:18).
- s. Pablo dice que el Señor quitará la comida y el estómago (1 Cor. 6:13) y que la carne y la sangre no pueden heredar el reino del cielo (1 Cor. 15:50).
- s. Pablo también dice que “…las cosas que se ven son temporales, pero las que no se ven son eternas” (2 Cor. 4:18).
¿Puede usted ver la tierra? ¡Entonces no es eterna!
Conclusión
La Tierra (i. e. Este planeta tal como lo conocemos) será destruida y la morada final de los creyentes será el Cielo, llamado Cielos Nuevos y Tierra Nueva (2 Corintios 5:1-8).